Vivir nuestros momentos.

Caminado sin prisas en el friolento caminito de mi vida te encontré, estrellándose así mi corazón con tu profunda mirada. Y te soñé, te ví… queriéndome extrañándome anhelándome amándome así, tal vez así, cómo te quiero, te extraño, te anhelo y te amo yo, sin imaginar que, caminando sobre espejos vi solamente el reflejo de lo que mi corazón siente por ti, solo soñé, solo te vi… de tu corazon sólo gané cruel e inagotable olvido amor creado en mi mente el más doloroso espejismo.