Aveces pienso que es mejor no estar presente.

Cuando amas a una persona ves como nada te supera, como nada en la vida va a poder con este gran amor. Pero la vida da mil vueltas, y hay veces en las que no sabes lo que el día siguiente puede traerte. Te das cuenta de que no todo es para siempre, que las cosas buenas tienen un final y que las cosas malas jamás desaparecen. Después de todo lo que has perdido, solo te paras a pensar en lo que has vivido, recuerdos mágicos que quedarán marcados en tu memoria, momentos de tensión donde solo eráis vosotros dos, historias de amor que has vivido y un simple adiós que esa persona misma te dio. Te das cuenta de que todo ha cambiado, de que ya nada era como antes, ni tan solo tú, ni tan solo tu forma de ser. Te enseñó a ser feliz, a saber lo que era el verdadero amor, lo que era sentir por alguien y tener sus consecuencias, lo que eras realmente tú.
Ahora ya no ves a nadie a tu alrededor, estás solo en un mundo rodeado de gente, extraños que no sabes hacía donde van, ni quien les guiará. Piensas si alguna vez ellos sintieron lo mismo que tú por esa persona, pero te das cuenta de que después de eso has aprendido lo que es esa sensación de no tener a nadie a tu lado, la sensación de sentirte como si no fueras nada, sensaciones que nadie puede llegar a descubrir.
Puede que haya pecado, pero no para que me lo paguen de esta manera. Todos tenemos sentimientos y todos sabemos lo que es ser una persona decepcionada, debo creer que no estoy solo que tengo un apoyo donde soportar mi equilibrio. Puede que a día de hoy eche de menos aquellos recuerdos, pero no importa si todavía siguen vivos en mis sentimientos.
Le quiero y duele saber que no sienten lo mismo por ti.

PD; Este texto me lo pidió un gran amigo para su chica. Va dedicado a Mireia. Mucho animo no te hundas mereces mucho más.