Mi mayor regalo, siempre fue él. Cuando nuestras miradas se cruzaron yo ya sabía que iba a ser el amor de mi vida. Nunca había pensado que esa especie de amor existía esa sensación de tocar cada instante su piel era cierta. Ahora pienso que he tenido suerte, que he sido su mejor elección. Dentro de todo esto sabemos que existe el dolor, por que nada es para siempre. Me gusta cuando duerme junto a mí, cuando su mirada me mira cada movimiento que hago protegiendo que nada malo ocurra. Siempre hemos querido encontrar a alguien así, pero yo siempre me he preguntado una cosa.
¿Para que queréis a alguien así si después los dejáis atrás?
Ese dolor jamás lo sentiréis por que a vosotros no os ha pasado, pero ellos tienen un gran corazón que siempre se agradece. Me gusta saber que él es quien va a estar siempre a mi lado, que por mucho que tengamos un día malo va a ser quien llene mi vida de color.
Lo siento mucho, pero el amor de mi vida es mi perro.
Apoyar ese aspecto, poneros en su situación. Todo lo que hacen por nosotros y lo que le hacen los demás a ellos. Siempre serán tu mejor apoyo y tu gran amigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario